
06 Abr Todas las Formas de Incluir Flores en tu Vestido de Arras
La primavera por fin está aquí. Por fin podemos disfrutar de las terrazas de los bares, los días cada vez son más largos y las lluvias nos han dejado mantos de colores por doquier. Y es que, ¿puede haber algo más característico de la primavera que las flores? Son capaces de transmitir ternura, alegría, dulzura y hasta un toque de nostalgia, dependiendo de cómo se utilicen. Y si hay un lugar donde las flores despliegan todo su encanto, es en los vestidos de arras. No hay nada como ver a los más pequeños —con sus caritas de ángel y sus pasos aún torpes— caminando hacia el altar envueltos en pétalos y detalles florales. Son la guinda del pastel, y muchas veces consiguen robarse todas las miradas, incluso las de la novia. Aunque sus posibilidades como complementos y adornos son infinitas, no siempre sabemos sacarles partido. Pero para eso estamos aquí, para ayudarte a conocer todas las formas de incluir flores en tu Vestido de Arras.
Hoy vamos a hacer un recorrido por todas las maneras posibles de incluir flores en un vestido de arras. Desde los detalles más sutiles hasta los más llamativos, pasando por lo artesanal. ¿Estás lista? Porque este post viene cargado de aroma, color y mucha, mucha inspiración.
Flores naturales
Aunque pueda parecer arriesgado, las flores naturales tienen una magia que no se puede imitar. Aportan frescura, autenticidad y un aroma suave que acompaña cada paso. Puedes incorporarlas mediante pequeños prendidos florales que se colocan sobre la cintura, en la espalda, en los hombros o incluso en el peinado. Un simple ramillete de paniculata, unas florecillas de lavanda seca o unas mini rosas pueden transformar un vestido sencillo en una obra de arte viva.
Eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de adorno tiene vida limitada, por lo que es ideal para ceremonias cortas o para colocar justo antes del gran momento. Una curiosidad bonita: en la antigua Roma, las niñas llevaban coronas de flores como símbolo de pureza y protección contra los malos espíritus. Se creía que las flores tenían poderes mágicos, y aunque hoy en día no busquemos espantar fantasmas, sí nos gusta la idea de envolver a los peques en ese halo de ternura casi mística.
Bordados florales
Si hay algo que no pasa de moda son los bordados. Añaden un aire artesanal, delicado y lleno de personalidad, y cuando el bordado es floral, el resultado es simplemente de cuento. Los bordados florales pueden colocarse en el bajo del vestido, en las mangas, en el corpiño o en pequeños detalles como los puños o el cuello. Dependiendo del color del hilo, se puede jugar con un estilo más discreto o con uno más colorido y alegre.
Hay técnicas de bordado que se remontan a siglos atrás, como el bordado “a realce”, muy usado en la corte española del Siglo de Oro. ¡Una joya hecha puntada a puntada! Y si te preguntas por qué “estar bordado” significa que algo ha salido perfecto, la respuesta es sencilla: porque bordar bien requiere paciencia, precisión y cariño. Justo como estos vestidos de arras que parecen salidos de manos de hadas costureras.
Tejidos con textura floral
No todo es lo que parece. A veces, las flores ya vienen incluidas en el propio tejido. Hablamos de telas con relieve, como los encajes florales, los jacquards o los guipures. Este tipo de materiales dan un aire más elegante y sofisticado, sin necesidad de añadir adornos extra. Son perfectos para esos vestidos que no necesitan gritar para destacar.
Estos tejidos se usaban ya en el siglo XIX para confeccionar los trajes de las niñas de familias aristocráticas. El brocado, por ejemplo, era símbolo de distinción, ya que se tejía a mano y requería muchas horas de trabajo. Hoy, aunque las técnicas han evolucionado, el encanto sigue siendo el mismo: un vestido con textura floral es una pieza que transmite historia y elegancia, perfecta para ocasiones especiales.
Estampados florales
Los estampados florales son un clásico que nunca pasa de moda. Funcionan especialmente bien en bodas campestres, celebraciones al aire libre o eventos con un aire más relajado. Lo bonito de los estampados es que hay un universo entero por descubrir: desde flores pequeñitas tipo liberty hasta grandes rosas estilo vintage. ¿Nuestro consejo?: mantener el equilibrio. Si el vestido tiene muchas flores, mejor optar por accesorios más neutros, y viceversa.
Aprender a jugar con los tonos según la estación es un plus. En primavera y verano, los tonos pastel y los florales silvestres son ideales; en otoño e invierno, los estampados florales en tonos burdeos, verdes musgo o mostaza dan un toque cálido y acogedor.
Antiguamente, los tejidos estampados con flores eran un lujo traído desde Oriente. El famoso “chintz”, un algodón estampado procedente de la India, causó furor en Europa en el siglo XVII. Hoy en día, aunque lo encontramos en cualquier tienda de telas, sigue teniendo ese encanto exótico que evoca jardines lejanos y celebraciones de otras culturas.
Aplicaciones florales
Si lo que buscas es un vestido que parezca sacado de un cuento de hadas, las aplicaciones florales en 3D son lo tuyo. Estas pequeñas flores de tela, tul, organza, o incluso bordadas con perlas y lentejuelas, se cosen estratégicamente para dar volumen, textura y movimiento al vestido. Las niñas suelen adorar este tipo de diseños porque sienten que llevan un jardín en el vestido, y para qué engañarnos: ¡nosotras también caemos rendidas!
🌸 Truco: Las aplicaciones pueden ir a juego con el tocado o los zapatos para crear un look más coordinado. ¡Y qué decir de las fotos! De postal.
Flores en los complementos
A veces, menos es más. Si prefieres que el vestido sea más sencillo, siempre puedes jugar con los complementos florales para darle ese toque especial. Una corona de flores secas, un cinturón con flores de tela o incluso un bolsito con forma de flor puede hacer que el look pase de bonito a inolvidable. Además, estos detalles suelen ser reutilizables y pueden guardarse como recuerdo del día.
En algunas culturas, las coronas de flores simbolizan la conexión con la naturaleza y la protección divina. En Galicia, por ejemplo, las “fiadas” o “coroas” hechas con hierbas y flores se usaban en rituales para alejar la mala suerte. Hoy, aunque el significado sea más simbólico, no deja de ser bonito pensar que estas flores acompañan a los niños no solo por fuera, sino también como un pequeño amuleto protector.
Por último, si eres de las que piensa en todo, puedes hacer que las flores combinen con el ramo de la novia.
Flores que cuentan historias
Incluir flores en un vestido de arras no es solo cuestión de estética, es una forma de contar una historia. Una que habla de dulzura, tradición, naturaleza y alegría. Porque las flores no pasan de moda, no entienden de edades y siempre, siempre, sacan una sonrisa.
Así que ya sabes: ya sea en forma de bordado, tejido, estampado o accesorio, dale un lugar a las flores en tu próximo look de arras. Porque quien tiene una flor, tiene un tesoro. Y si ese tesoro camina por el pasillo de la ceremonia con una sonrisa y un vestido lleno de flores… no se puede pedir más.
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